Cuando el Rey entró en la sala principal, las sillas que veía perfectamente dispuestas le llenaban de gran satisfacción. La principal, de él; al lado izquierdo, la de su amada reina, y como adornos de gran valía a su izquierda y derecha, las de sus dos queridos hijos, Los príncipes reales. Parece un cuento de hadas ¿No es cierto? Sin embargo debo decirles que es una realidad. Tú eres el Rey, junto a ti tu familia real. Aunque algunos padres temo viven como mendigos. Tus hijos tienen un valor imperecedero que Dios les ha dado. Son los príncipes de tu reino, son los herederos de tu honor y aquellos que perdurarán tu legado. Pero qué es necesario para tener príncipes que honren al Rey y la Reina. He aquí algunas ideas del consejero real que por algún tiempo les ha visto ir por la vida. El Rey y la Reina con sus hijos ya jóvenes, y casi al punto de ser independientes, deben tener… Cuidado con: · ...