Ir al contenido principal

Papás a la medida



Por Mynor Salguero

En una ocasión estaba compartiendo con un grupo de padres en una iglesia, al terminar, se me acercó una pareja muy sonriente y con una mirada muy profunda me hicieron esta pregunta: “¿Cómo podemos ser buenos padres, cuando nuestros chicos ya no son niños?  Yo creo que ya nos equivocamos mucho”.   


Yo podía ver su sincera apertura y su preocupación digna de atender.  Al igual que estos padres, muchos hoy día están viviendo un sabor agridulce en sus hogares.  Sus hijos han dejado hace ya mucho tiempo de ser niños.  Quisieran que sus hijos ya no crecieran.  Quisieran detener el tiempo y volver a tener la oportunidad de cargarlos para disfrutar de su inocencia,  de sus preguntas ingenuas. de sus abrazos espontáneos y de sus caricias tan deliciosas.  Pero el tiempo es un tirano implacable que no se detiene.  Sin embargo, aún podemos ser padres adecuados.  Aún podemos seguir haciendo lo correcto y cumpliendo nuestro rol de padres.  Aún podemos seguir aprendiendo a ser padres, en especial en esta etapa inicial de vida adulta de nuestros hijos.  ¿De qué manera?  Es lo que aprenderemos este año.  Ser padres adecuados, ser padres a la medid).   Veamos algunos principios importantes en este proceso: 

1. Sonrisa tierna: 

            Cuando los hijos creces sucede que en casa las risas por alguna extraña razón empiezan a apagarse, sucede que los tensiones por una razón inexplicable se hacen más continuas y los problemas aumentan en intensidad y frecuencia.  Continuamente escuchamos… “No me gusta eses muchacho”, “¿Qué estas viendo en el Internet?” “Cuantas veces te he dicho que ordenes tus cosas” “!No¡, el carro no te lo doy todavía no podés” “!No¡, no vas con esos tus amigos, ni de chiste”,  “¿Qué esta pasando en el colegio?  “Y a voz, ¿Qué te pasa? etc.  

            Temo que en muchos hogares hemos perdido la sonrisa.  Temo que en algunos hogares hemos dejado extraviada en algún lugar la “Sensibilidad del corazón”.   Por ello este día quiero detenerme por un momento y volver a un principio de oro en cada hogar.  La necesidad de mostrar el amor de forma intencionada.  Nuestros hijos aún necesitan de esas dosis de cariño, aprecio, muestras de amor y sonrisa.  ¡Sí¡, de una sonrisa tierna.  Siguen siendo sus pequeños.  Tal vez ya están más grandes en estatura que usted.  Tal vez ya son tan independientes, que extrañan su dependencia.  Nuestros chicos están tan cerca de la independencia, tan cerca de su potencial realización, que se hace necesario hacer un alto para mostrar una sonrisa tierna.  La pregunta es ¿Cómo hago esto?

      Acciones a implementar

Es muy importante en este momento de la reflexión, que no busquemos una excusa o una salida rápida a esta necesidad tan importante como es mostrar nuestra sensibilidad de corazón.  Todo lo contrario, es una excelente oportunidad de pensar en las formas en que podemos mostrar esa sonrisa tierna,  esos actos que nos acercan a los chicos  neutralizando las tensiones y los momentos de confrontación.   ¿Fácil?  De ninguna manera.  ¿Posible?  Absolutamente.   Hagamos un alto…

                        1. Hacer Tiempo

2. Modelar 

3. Escuchar

4. Estimular motivando

5. Compartir

 

2. Mirada Firme: 

            Podríamos seguir mucho más en el tema, pero debo mencionar la contraparte y hacer el balance de lo que estamos aprendiendo.  De la mano con una sonrisa tierna esta una mirada firme.  Debemos mostrarle a nuestros hijos que la autoridad no se pierde al reír o jugar o mostrar afecto.  Debemos mostrarle a nuestros hijos que aún seguimos siendo los que llevamos las riendas del hogar.  Como dijimos en la introducción, estamos a tiempo de hacer lo correcto y dejar a un lado esa  forma tan peculiar y barata de ser padres, que nos lleva por un sendero equivocado.  Debemos tomar la responsabilidad de ser firmes, pero no violentos.  Determinados pero no groseros.  Dignos de respeto a través de nuestras acciones.  

            Si no ofrecemos autoridad y disciplina, tendremos anarquía y dolor en nuestros hogares.  Todo padre que esta aprendiendo a ser un padre a la medida, necesita una mirada firme.  Una determinación a hacer lo correcto y llevar a su familia a hacer lo correcto.  Una mirada firme es mostrarle a nuestros hijos lo que realmente es la disciplina y la autoridad correcta.  Alejarnos del autoritarismo y la violencia (aunque sea muy sutil), y mostrar autoridad y control.  De nuevo surge la pregunta: ¿Cómo tengo una mirada firme?

 Acciones a implementar

            No estamos tratando de enseñar un asunto de los ojos, (aunque los incluye).  Es más bien la acción y las formas de mostrar autoridad.  He aquí algunas ideas:

1-     La autoridad se conquista, no se merece. 

2-     Enseñe a sus hijos el tesoro de la confianza.

3-     Provea para sus hijos opciones objetivas

4-     No prejuzgue a sus hijos - El bien debe ser supuesto, el mal debe ser probado.

5-     Sea firme con sabiduría – No humille a sus hijos, utilice la capacidad de negociación.

 

3. Voz sólida: 

¿Acaso funciona  la autoridad bajo coacción?  ¿Acaso esas peleas que se entablan entre padres hijos, nos permiten crecer?  No podemos de ninguna manera intentar aprobar tal realidad.  En esta etapa de la vida de nuestros hijos, los gritos solo aumentan la tensión y el riesgo de desobediencia.  “Ya no hace caso” “Hace lo que quiere” “Ya no sabemos que hacer” ¿Cómo podemos ganar terreno a la rebeldía, a la tensión y a los gritos?.  Es en este momento que se hace tan importante la expresión: Voz sólida.  ¿Qué significa?  Sencillamente: ¡Tener la capacidad de mostrar autoridad de palabras, con firmeza y determinación; sin usar la presión o la dureza.

Lamentablemente muchos padres ya han desgastado las palabras, ya han debilitado las expresiones.  Sencillamente sus hijos ya no creen en lo que usted dice.  Hemos perdido la partida de autoridad, y lo hemos hecho con nuestras propias acciones.  Tal vez me preguntarán como:  Sencillo -  Al no cumplir nuestra propia palabra Al fallarle a nuestros hijos en el cumplimiento de nuestras promesas. Prometemos pero no cumplimos.  Esta fórmula es tan dañina en la relación padres hijos.  Resta la autoridad de inmediato.  Tenemos voz pero no sólida.  Pero aún hay esperanza. 

       Acciones a implementar:

 Estoy  seguro que todos estamos con la expectativa de la esperanza. Bueno aquí es donde el terreno del amor se hace presente.  Cuando las relaciones tensas con nuestros hijos nos han restado autoridad solo queda una forma de actuar.

 

1-    Reconozca que se ha equivocado. Sus hijos conocen muy bien sus errores, no se excuse.

2-    Busque la reconciliación con sus hijos. Sus hijos siempre le darán una oportunidad.

3-    Empiece de nuevo.  No hay camino de retroceso, solo para adelante.

4-    Encuentre el equilibrio. Autoridad, Sensatez y confianza

 

4. Pasos Firmes:

            Cuando nuestros hijos piden permiso o informan sobre una actividad que quieren realizar o algo que quieren comprar (o que usted le compre); es el momento de hacer efectivo los pasos firmes.  Intentamos que cada padre tenga la capacidad de reconocer las oportunidades que la vida le presenta para ganar autoridad, y usar esa oportunidad para hacer valer su papel como padre.  Una de esas oportunidades muy importantes en la relación padres/hijos es cuando tenemos una respuesta negativa.  

            La sociedad hoy día esta produciendo una generación a la que llamamos la generación Mercenaria.  Hijos que cual guerrilleros, pelean en las trincheras de la casa en la búsqueda de hacer lo que quieren aún a expensas de los padres.  Hijos que buscan estrategias subversivas para salir de la casa e irse con sus amigos, hablar con el novio/a, seguir prendido al teléfono o simplemente salirse con la suya.  

Esta forma de relaciones padres/hijos no es nuevo.  Ya en el Antiguo Testamento la vemos muy bien representada en la vida de un padre y un hijos: David y Absalón.  Si usted no conoce la historia permita que se la resuma en cinco pasos.

1-     Desintegración familiar en el interior de la casa de David: 1er. Samuel 13:1-19

2-     Incapacidad de David para ejercer su autoridad: 1er. Samuel 13:20-39

3-     Tensa relación aumentada en el paso de los años: 1er. Samuel 14:28-33

4-     Plan subversivo para restar la autoridad del Rey: 1er. Samuel 15:1-12 y 16:20-23

5-     Final lamentable de lágrimas, muerte y desgracia: 1er. Samuel 18:1-33

Al ver  esta historia triste de padre e hijo, podemos aprender cuan importante es dar pasos firmes en bien de nuestros hijos.  No querer ver la responsabilidad, nos debilita. Dejar la autoridad a la madre nos debilita. Dejar que pase el tiempo nos debilita. No tomar dar pasos firmes nos debilita.  Pasos firmes entonces es: Tomar acciones deliberadas e intencionales a favor de la vida de nuestros hijos.

     Acciones a implementar:

            Que debo hacer entonces para ser un padre que cumple con su papel y al cual le queda bien el traje.  Que puede hacer para construir esta relación tan importante en esta etapa de la vida.

1-     Defina los roles de padre (tiene la autoridad) e hijos (se sujetan a la autoridad).

2-     Cumpla su palabra de Autoridad: Sí es Sí, No es NO – Santiago5:12

3-     Aprenda a Negociar con sabiduría.

4-     Deje siempre abierta la puerta del diálogo.

5-     Hable menos, oiga más, ame sin medida.



5. Brazos Fuertes: 

Una verdad podemos decir sobre brazos fuertes.  Ya no son tan frecuentes como antes, si es que los hubo.  Los hijos en la etapa de la juventud, están cada vez más lejanos  y resistentes al contacto físico, aunque lo desean.  La ausencia de afecto y abrazos es tan alta que muchas jovencitas terminan entregando su preciada vida y la integridad de su virginidad precisamente por esa falta de afecto y contacto físico.  Es increíble como daña al corazón y la vida la ausencia de un abrazo fuerte y lleno de amor de un padre a sus hijos, en especial de sus hijos jóvenes.  

Vivimos en una sociedad con muy poco afecto y muy lejana al contacto físico.  Las muestras de cariño se hacen cada vez más necesarias para nuestros hijos.  Los más grandes conflictos en la vida y en los hogares nacen precisamente de padres e hijos que no dan muestras de afecto.  Apenas un toque de manos o una palmada en la espalda.  Sin embargo, la necesidad de hacer ajustes a nuestro traje para volver al contacto físico es importante para el futuro de nuestra relación con nuestros chicos casi adultos. ¿A dónde se esfumó la espontaneidad que mantenían a los 5 y 6 años, cuando podías tomarlos por sorpresa y estrecharlos entre tus brazos mientras les hacías sonreír repleto de  besos, caricias, y cosquillas? ¿A dónde se fue ese momento de un abrazo familiar sin sentimientos de vergüenza con beso incluido? ¿Por qué desapareció? ¿Cuándo dejamos de tener contacto físico? Debo preguntar hoy: ¿Le es fácil o difícil abrazar ahora a sus hijos, cuando son más grandes que usted?  Probablemente para algunos no lo será, pero la estadística dice que la gran mayoría ya no lo hace.   Es aquí que nuestras relaciones se vuelven tan frías, secas y lejanas.

 

Acciones a implementar:

Tal vez usted al igual que muchos padres pensará que esto es normal.      

       Déjeme decirle que NO.  Al contrario no debería de parecer  normal.  En mucho esto sucede porque repetimos los patrones que nuestros padres crearon.  Otras veces porque desconocemos como actuar frente a esta nueva relación con hijos mayores.  Y en una gran medida porque culturalmente hemos sido enseñados a actuar de formas estereotipadas, tales como: “Los hombres no besan hombres”, “Las mujeres deben comportarse como tales y dejar ya sus niñerías”, etc. ¿Qué podemos hacer?  Bueno aquí hay algunas ideas:

 

1-    Sea vulnerable: Rompa el paradigma

2-    Inicie con palabras: ellos no se van a resistir.

3-    Aproveche los momentos:  Alegrías (ganó), tristezas (perdió), sufrimientos (le hicieron algo), enfermedad (lo necesitan), victorias (logró su meta), etc.

4-    Forme un hábito: Nunca es tarde para empezar a abrazar.

5-    No tema: sus hijos y ustedes lo necesitan y lo disfrutarán.

 

6. Corazón Sensible

      Tal vez para algunos padres el proceso de abrazo fuerte será muy difícil por las diversas situaciones por las que le ha pasado vivir y por los momentos tensos que en su vida familiar le acompañan.  Sin embargo el segundo ajuste a su traje no tiene ninguna excusa para no realizarse. Al contrario será un  bálsamo en medio de la necesidad sentida precisamente de amor y cariño.  Que intentamos decir al usar el término corazón sensible.  Bueno es sencillo: “Es la capacidad de amar absolutamente , sin condiciones y con profundidad a nuestros hijos”.  A ningún padre le agrada que le señalen aquello que le avergüenza,  aunque debemos mencionarlo.  Hoy día tenemos una ausencia de genuino amor.  Tenemos palabras: “Te amo”, “Te quiero”; pero las acciones y el proceder muestran un concepto tan diferente.  Por ejemplo:

Decimos que les amamos:

1-    Pero somos egoístas pensando sólo en nuestras necesidades y felicidad.

2-    Pero sólo les damos cosas sin darnos nosotros.

3-    Pero intencionalmente nos alejamos.

4-    Pero somos un ejemplo muy débil de padres.

5-    Pero no medimos nuestras acciones y sus repercusiones: (separación y nueva familia, reproche por gastar en ellos, trabajos que nos alejan – (incluye ministerio), negocios que nos separan, idas a USA sin responsabilidad, etc.

Pero decimos que les amamos.

            No quiero hacerle sentir mal pero es mi deber mostrarle el ajuste, para que el traje ajuste bien.  El mejor ejemplo de corazón sensible es por supuesto el modelo de Dios, cuando leo en: Juan 3:16.  

Acciones a implementar:

1-    No condicione su amor. (ámelo porque es su hijo, pase lo que pase)

2-    No espere sentir el amor, simplemente ame. 

3-    No espere que le retornen amor, simplemente delo.

4-    Sacrifique su deseos, la recompensa será para toda la vida.

5-    Aproveche los momentos de oro (la oportunidad de amar llega sin previo aviso)

          

Conclusión:

Hay mucho más que podemos aportar, pero queremos ser objetivos y precisos.  Por ello les retamos a probar estas ideas y ver si son funcionales.  Recuerden: No existen un modelo perfecto para ser padres,  debemos buscar aprender a ser padres a la medida. 

Comentarios